A las afueras de Oviedo, en Asturias, en una colina que a  su vez era una antigua cantera de la que, en su momento, se extrajeron las  piedras con las que fue construida la catedral de la ciudad, se encuentra la  iglesia del Cristo de las Cadenas, en cuyo interior  se custodia el que, hasta el siglo XIX, se llamó Cristo de Laspra y que  hoy se llama como la iglesia que lo contiene aunque, en realidad, la actual  talla sustituye a la anterior, que fue quemada durante la Guerra Civil, en la  que también fue destruido el templo, luego reconstruido. Sin embargo, no es ni el Cristo ni la iglesia en el que está y en la que se casaron los padres  de la actual Reina de España, lo que tiene tintes de leyenda, sino las cadenas  que acompañan a la talla y de las que se desconoce su origen, de ahí que  naciera una leyenda.
    
Cuenta la leyenda, que dos jóvenes a  punto de unirse en Santo matrimonio, se separaron unos días antes de la boda,  cuando él fue reclutado por el ejército para ir a la guerra. Caído preso, un  fraile llevó a casa de la novia las cadenas. Ella se las llevó al Cristo y rezó  por su amado, pero él falleció y las cadenas se quedaron en la iglesia. Ahora  las futuras parejas desean casarse allí. 
Andrea Gulías Piñeiro 1ºB
    

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